7/1/11

La historia sigue...

- ¿Qué pasa si es verdad? - rápidamente, el chico se había puesto a la defensiva.

- ¿Pasar? Nada... pero no te creo... ya no - evitó su mirada, así sería todo más fácil.

- Es la verdad... - se limitó a responder.

De nuevo un incómodo silencio. Antes no les pasaba, pero ahora todo era distintio, ellos eran distintos.

- ¿Volverías conmigo? - preguntó él de nuevo.

Los ojos de la chica se abrieron más de lo normal. ¿Estaba bromenado? No sabía si reír o tomárselo en serio. Entonces lo miró, directamente a los ojos y fue cuando comprobó que hablaba en serio.

Suspiró. ¿Por dónde empezar? Había tantas cosas que quería decirle, que tenías guardadas desde hacía tiempo... pero nunca se atrevía, con él no. ¿Porqué con él era diferente? Total, era un chico más.

No, no era un chico más. Eso sólo eran palabras sin sentido que se repetía una y otra vez, con la falsa ilusión de llegar a creerlo algún día.

Pero debía mantener la careta, la careta que no le dejaba mostrar sus sentimientos. Aquello sólo le había traído dolor y no estaba dispuesta a pasar por lo mismo, otra vez no.
Su gesto volvió a ser el mismo que segundos antes y, de nuevo, bajó la mirada hacia el suelo. Seguramente su seguía mirándolo no hubiera aguantado mucho más.

- ¿Tú querrías? - fue lo unicó que pronunció la joven.

- - contestó él sin duda.

Reprimió las ganas de gritar, de darle una patada a la mesa y de salir corriendo. ¿Porqué ahora? ¿Porqué tan tarde? ¿Qué había ocurrido en ese tiempo que lo había hecho cambiar de opinión? Quizá sea otra trampa.

Sin decir nada, la joven se levantó y se fue.





Dulce olor a vainilla....